ÉTICA PARA AMADOR
Ensayo Crítico
La interpretación que le otorgo a la lectura encomendada, es, entre otras cosas, distinguir entre lo bueno y lo malo, saber lo que nos conviene en un sentido adecuado para la vida, siendo esto más importante que otras cosas como conocimientos intelectuales, así mismo, de saber las consecuencias que nos pueden traer nuestros actos, y como bien dice el autor: “…se puede vivir de muchos modos, pero hay modos que no dejan vivir…”.
Estas cosas buenas y malas, generalmente para la salud, son las importantes para nuestra vida.
La lectura nos hace recorrer bellos pasajes de pensamientos, de reflexiones que apuntan a la salud mental y física y al bienestar integral de las personas para alcanzar el ideal del ser humano: felicidad; es así que, entre historias de filosofía, termitas, hormigas, castores, abejas, el comandante nazi, Troya y grandes pensamientos, nos hacen reflexionar sobre la belleza del ser humano, su libertad y su dirección de vida, en síntesis, historias y pensamientos inmortales.
Los capítulos debidamente divididos para el entendimiento y razonamiento, se traducen en llamativos títulos “…haz lo que quieras, órdenes, caprichos, costumbres, etc.…”, pero si alguien nos dice “Haz lo que quieras” se está generando una contradicción, porque nos están indicando que hacer, más allá de que sea lo que uno quiera. Igualmente hacer lo que uno quiere no se trata de pasar el tiempo, sino de vivirlo bien.
En otras palabras elegir es lo que uno quiere, o como quiere o cuando lo quiere, uno siempre está eligiendo. Es entonces cuando aparece una responsabilidad de elegir nuestro camino, y queramos o no, tenemos que querer.
No hay que confundir el “haz lo que quieras” con un capricho, o lo que primero nos dé la gana. Uno puede tener caprichos o elegir lo primero que nos dé la gana por ejemplo a la hora de elegir un plato en un restaurante, como con un pantalón para ponernos.
Debemos a atrevernos a “darnos la buena vida”. La ética no es más que el intento racional de averiguar cómo vivir mejor. Y cuando hablamos de darnos la buena vida hablamos de la buena vida humana; porque ser un ser humano consiste en tener relaciones con otros seres humanos. Muchas veces queremos cosas a costas de las relaciones con humanos, (quiero plata, y cago a mi mejor amigo en el negocio).
¿En qué consiste darse la buena vida? Querer la buena vida debe incluir la perspectiva de conjunto. No debemos basarnos en las cosas que tenemos, por que terminamos sin darnos cuenta que las cosas que tenemos nos tienen a nosotros. Debemos darnos cuenta de que como somos seres humanos, necesitamos cosas que las cosas mismas no tienen. No conseguiremos esto sin amistad, respeto, ni amor entre otros. Por eso la complicidad y el trato son fundamentales.
Para tener conciencia debemos saber que no todo da igual porque queremos realmente vivir y además vivir bien, humanamente bien, también estar dispuestos a evaluar si lo que hacemos es realmente lo que queremos o no. Desarrollar un buen gusto moral, de forma que ciertas cosas no nos repugnen espontáneamente hacer (como mentir) y claro renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libres y por lo tanto razonablemente ser responsables de las consecuencias de nuestros actos.
Para tener una buena vida en sí, lo que dice el libro que verdaderamente el único requisito es no ser imbécil, ya que es costumbre decir pretextos para poder evadir la responsabilidad, que no ayudan a poder desarrollar el buen uso de nuestra autocritica. Esto puede definirse en 5 clases principales: 1. El que todo lo de igual, y dice no querer nada. 2. El que todo lo quiere, no sabe decidirse. 3. El que no sabe lo que quiere, no le interesa y se limita a hacer lo mismo que hacen los demás. 4. El que sabe lo que quiere, pero quiere que llegue de una manera fácil, no tiene voluntad. 5. El que confunde lo que quiere, vive en la fantasía eterna, pero se ha engañado. Este tipo de conductas necesitan elementos externos para justificar la nula reflexión de la vida y el fracaso en distintas áreas de la vida, pero sobre todo el no poder llevar la buena vida.
La ética entonces no se ocupa de cómo alimentarse mejor o de cual es la manera más recomendable de protegerse del frío ni de qué hay que hacer para vadear un río sin ahogarse, mucho se habla del comportamiento inadecuado de la persona humana, pero como dicen, quien no ha hecho alguna vez una conducta detestable, creo que nadie puede decir que no, pero no hay que olvidarnos que no debemos “etiquetar” a la persona, quizás por un error o un ejemplo que pudo haber visto, la gente puede cambiar y lo que se desea es que cambie para bien, pero para eso debemos apoyar a esa persona, con paciencia y fe, creo que se podría lograr.
Estoy de acuerdo cuando dice que la mayoría de los supuestos “MALOS”, que corren por el mundo podrían decir lo mismo siempre y cuando fuesen sinceros. Si se comportan de manera hostil y despiadada con sus semejantes es porque siente MIEDO, o SOLEDAD o porque CARECEN DE COSAS NECESARIAS QUE MUCHOS POSEEN.
Los políticos siempre han tenido mala fama, pero esta bien como dice la lectura los políticos somos todos, ya que es por representación de otros, pero lo malo es que estos se consideran con derecho a mandarnos sin someterse a las urnas ni escuchar la opinión de cada uno de sus ciudadanos, ofrecen cambios, dan ideas, pero a las finales en la práctica, no hacen absolutamente nada, tenemos muchos ejemplos, sin mencionar nombres, pero hay los “muy decentes”, “caraduras”, y claro los “aprovechados”, los políticos suelen hacer más promesas de las que sabrían o quisieran cumplir, solo por cuestiones de elevar votos, por interés y no porque verdaderamente quisieran cambiar nuestro país.
Finalmente, como dice el libro Intenta no ocupar tu vida en odiar y tener miedo.
APLICACIÓN EN MI VIDA PROFESIONAL
La lectura me hace reflexionar en recordar en la confianza de la palabra, en no mentir y engañar, así como intervenir en defensa de los derechos de otras personas que son vulnerados ante mi vista o conocimiento, siendo esto muy importante, pues desde mi posición de Abogada (mañana) y/o estudiante de derecho (hoy), puedo y debo hacerlo, para una convivencia social mejor, no solamente practicando estas virtudes, tan bien estructuradas en el Libro no solo de modo profesional sino también personal.
Vivir haciendo el bien, dando servicios, también es útil y noble, claro está no descuidando a la vida propia, y el autor también nos hace recordar el valor para nuestra vida diaria y propia de la libertad, estoy consciente que para un problema, “…nunca tenemos un solo camino a seguir, sino varios…”, y esta libertad debe entenderse en obediencia o rebelión, en prudencia o en temor, en resignación o venganza, etc., siendo esto aplicable a mi vida personal y profesional para ser una mejor persona y mejor ser humano.
El tema central, entonces, es que como ser humano puedo optar, en libertad, por lo que nos parece bueno y conveniente frente a los que nos parece malo e inconveniente acorde a la ética: “…saber vivir o arte de vivir…”
Trataré entonces en mi vida personal y profesional, aplicar los principios de la moral: filosófico (hacer el bien por el bien mismo, por respeto a la ley), religioso (hacer el bien por voluntad de Dios), humano (hacer el bien por amor propio y por bienestar) y político (hacer el bien por la prosperidad de la sociedad), con el fin de aplicar el valor libertad en mi vida, entendiéndose la libertad en decir “SI” o “NO”, o en todo caso, “lo hago” o “no lo hago”, así digan lo que digan mis jefes, mis semejantes o demás, debo aplicar entonces la libertad como sinónimo de DECIDIR (me conviene o no me conviene, lo quiero o no lo quiero), no dejándome llevar por cosas, miedo o personas.
También es importante destacar el cómo nos ven los demás, “desde fuera”, es decir, nuestra imagen y buena reputación, y para lograr una buena imagen como buena reputación, es necesario primero ser “buenos”, entendiéndose esta palabra de modo personal y no del sentido de habilidades o características, es así que si nuestra única regla– como la del Pueblo del Theleme – es “hacer lo que se quiere”, lo razonable es que si tengo honor (y quiero tenerlo) debo ser honrada por naturaleza y debo tener el instinto de huir del vicio y encontrar la virtud.
El autor da un ejemplo contando una historia de dos hermanos de la Biblia, en el que uno es el primogénito y el otro se dedicaba a hacer cosas varias, entre ellas cocinar muy bien. Un día el primogénito llega con mucha hambre y le pide a su hermano que le dé un poco de lo que había cocinado que tenía un olor riquísimo. El mismo le contesta que le dará un poco de lo que cocinó si renuncia a ser el primogénito y por ende pasaba a manos de él. El primogénito después de pensar “Algún día me voy a morir, y quizás me muera antes que él y realmente tengo muchas ganas de comer lo que cocino mi hermano”, y así mismo aceptó el trato del que después se arrepiente. Entonces pensamos en si es lo que realmente quería o es lo que quería en ese momento.
Algunas veces las personas queremos cosas contradictorias que entran en conflicto unas con otras. Es importante ser capaz de establecer prioridades y de imponer una cierta jerarquía entre lo que de pronto queremos y lo que realmente, en el fondo y a la larga queremos.
En esta pequeña historia el primogénito fue invadido por la certeza de la muerte, y lo que hace que todo de igual es la muerte y no la vida. La vida está hecha de tiempo, recuerdos, esperanzas, y más que nada está hecha de relaciones con los demás. La muerte en este ejemplo estropeó el “querer” del primogénito.
El hombre es una realidad cultural, que heredamos y aprendemos de otros hombres. La humanización es un proceso recíproco. Entonces darse la buena vida es también dar la buena vida. Ninguna buena vida puede prescindir de las cosas y no debe faltar el trato con las personas. Si uno vive de las cosas y para las cosas carece de autenticidad, del auténtico amor, y de un amigo autentico.
Deberíamos vivir humanamente, y vivir humanamente tiene una condición ética que es la de no vivir de cualquier modo, y tener una moral. Vivir humanamente es comprender el por qué, cómo va la vida que llevamos, y que es lo que nos puede ayudar a hacerla buena.
Ahora, hablar de remordimiento es cuando una persona es verdaderamente consciente. Si uno no fuese consciente, no tendría por qué sentir remordimientos de su conciencia. No hay peor castigo que darse cuenta de que uno está boicoteando con sus actos lo que en realidad quiere ser. Si no fuésemos libres no podríamos sentirnos culpables de nada y evitaríamos los remordimientos. Ser responsable es saberse auténticamente libre, para bien y para mal, el tipo responsable es consciente de lo real de su libertad y el empleo de lo real en doble sentido de lo “autentico” o “verdadero” pero también de “propio de un rey”. Responsabilidad es saber que cada uno de mis actos me va construyendo, definiendo a lo largo de mi vida. Al elegir lo que quiero hacer voy transformándome poco a poco.
Hay que tener en cuenta que tener conciencia, es con el propósito de ser sinceros con nosotros mismos y con la gente que nos rodea. Esta consiste en saber que las cosas no nos dan igual, ser responsables de que lo que hagamos sea con el mayor esfuerzo posible y sea lo mejor. Ser críticos en nuestra propia moral y ser responsables de nuestras acciones, sin intentar disfrazarlo bajo excusas.
Es muy cierto cuando dicen que no hay peor enemigo que un enemigo inteligente, capaz de hacer planes minuciosos, de tender trampas o de engañar de mil maneras, lastima que la mayoría de las personas desarrollan y demuestran su inteligencia haciendo daño a las personas solo tratar de sobresalir y querer ser más que otro, pero lo más importante es sobresalir por uno mismo, sin querer perjudicar ni dañar a los demás, pero creo que como dice la lectura a los hombres debo tratarlos con cuidado, por si acaso, ya que no sabré la actitud que pueda tomar esa persona hacia mi, sea buena o mala, como se dice “mujer precavida vale por dos”.
Finalizando, pienso que no debemos esperar a que la actitud de los políticos que nos representan cambien nuestro país, ya que nosotros mismos lo podemos hacer, será difícil, no será de inmediato el cambio, pero se puede, ya que muchas veces el racismo, los nacionalismos, las ideologías, hacen que cada uno de nosotros que pertenecemos a un solo país se odien, se miren con indiferencias, todos somos iguales, pienso que ninguna persona que quiera vivir bien quiera tener odio hacia otra, ya que la convivencia entre todos nosotros y que verdaderamente nos comportamos como seres humanos es indispensable e importante para el cambio de nuestro país, no podemos vivir odiando a los demás y muchos menos tener miedo.
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